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ESTOY MEJOR DE LO MÍO

Hoy escribo con la resaca de una migraña galopante y el ánimo de bichobola. Siempre he sido del tipo vieja prematura, con mis achaques y mis ayes. Me recuerdo a mi tía Angustias -no en el carácter, Dios me libre- que era mujer enferma, mujer eterna. Y es que tengo un espíritu acogedor y todo lo que vuela por el aire me lo pillo. Así, mi historial médico está salpicado de neumonías, bronquitis, sinusitis, resfriados en todas sus variantes, alergias estacionales y otros trastornos ajenos al sistema respiratorio, como cefalea crónica, una espalda que lo somatiza todo y un tiroides inexistente. Suelo pensar que como llegué por sorpresa después de tres hijos, mis padres, con la inercia, no me remataron bien.

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The super love cure Num.85 – Delia Rubio

Cuando me mudé a Singapur, aparte de cajas de zapatos, traje cantidades ingentes de ibuprofeno, levotiroxina y antihistamínicos suficientes para montar una farmacia clandestina en casa.  Cual yonqui avezado, me informé previamente de lo que tenían aquí, de los miligramos permitidos de cada medicamento, de las dificultades burocráticas para adquirir algunos y de los precios desorbitados de los genéricos más esenciales. No soy hipocondríaca, pero creo en la química, y antes de molestar a un médico por cualquier tontería, pruebo con alguna de las pastillas comunes.

Con lo que no contaba era con que el cambio de clima me iba a pasar factura, y de qué manera. A mi atonía matutina habitual, que yo achacaba a una alteración de biorritmos como consecuencia de la extirpación del tiroides, se sumó la presión atmosférica, incrementada por la humedad y el calor pegajoso. Sentía esa carga sobre mis hombros al levantarme y la arrastraba hasta bien entrado el día. Una vez ajustados mis niveles hormonales parece que volví casi a la normalidad, aunque lo que antes suponía un ligero esfuerzo, se sigue multiplicando por diez en las proximidades del ecuador.

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Luximondi.blogspot.sg

Otro frente abierto es la digestión y las bacterias locales. Si bien nuestros hábitos alimenticios no han cambiado mucho, incluso han mejorado, los productos son distintos, por mucho que se llamen igual. El origen es diferente, los controles de calidad son otros y los aditivos químicos no son los acostumbrados. Con todo eso, y teniendo en cuenta que la humedad es un hábitat en el que las bacterias se sienten como en Disneyland, qué menos que contraer el Helicobacter pylori de rigor, y ya puestos, un micoplasma, que ataca los pulmones y te deja hecho unos zorros durante unas semanitas. Se supone que el cuerpo tarda un par de años en ajustarse al cambio de país, pero mi organismo se ha convertido en un garito abierto veinticuatro horas para cuanto bicho quiera pasar un rato. Hay barra libre de antibióticos.

Por el momento nos hemos librado de dengues, zikas y otros mosquitos malintencionados. Sin embargo, yo que creía que sin primaveras me vería libre de fiebre del heno y demás alergias estacionales, resulta que los ácaros locales me han declarado la guerra, atrincherados en aparatos de aire acondicionado, entre polvo y moho. Para completar el cuadro clínico, he desarrollado también alergia a ciertos mariscos (con lo que me gustan), lo que me permite lucir los labios de Angelina Jolie justo antes del chute de Urbasón.

A estos episodios propios de Dr. House debemos sumar las anginas de mi pequeña Miss Sunshine -que sigue siendo un torete, a pesar de todo-, la otitis crónica de mi chica Frida y el estrés innato de mi querido Mr. Good, con lo que a duras penas nos alcanza la cobertura del seguro médico hasta mediados de año. Pero todo compensa con esta pequeña familia que sufre mi serotonina variable y que vela por mi salud de «pichiflú«.

Así las cosas, y sin contar los accidentes laborales derivados del duro oficio de ama de casa, no perdemos el humor y vivimos felices, pero debo reconocer que, parafraseando el lema de la movida madrileña, Singapur me mata. Suavemente.

¡OS DESEO UNA FELIZ Y SALUDABLE NAVIDAD!

3 comentarios en “ESTOY MEJOR DE LO MÍO”

  1. ¡Ánimo preciosa! Que en peores plazas hemos toreao. Desde mi trópico particular, donde de manera inesperada a la vez que implacable estoy pasando mucho frío, te mando un par caja con blisters llenos de amor, mucho amor y buenos deseos para ti, Mr. Good & Miss Sunshine. ¡Feliz Na idad! 💜💛💚💙❤ Marisa

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